Tenemos claro que para combatir el envejecimiento hay dos claves fundamentales: el deporte y una buena alimentación. Pero además, y gracias a la ciencia y a los avances científicos, cada vez sabemos más cosas sobre el envejecimiento y sobre cómo podemos ralentizar sus efectos.
Esta misma semana, un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition ha revelado que la vitamina D podría ser la gran aliada contra el envejecimiento biológico. Según el estudio, esta vitamina ayuda a mantener los telómeros, las estructuras protectoras que evitan el desgaste de los extremos de los cromosomas, que se acortan con la edad y están vinculados al desarrollo de ciertas enfermedades crónicas.
El estudio, que forma parte de un ensayo realizado por investigadores del Hospital General de Massachusetts y del Medical College of Georgia, es uno de los más amplios realizados hasta la fecha sobre los efectos de la vitamina D.
Según los investigadores, estos hallazgos son especialmente interesantes porque han demostrado los beneficios de la vitamina D en la reducción de la inflamación y la disminución del riesgo de ciertas enfermedades crónicas del envejecimiento, como el cáncer avanzado y las enfermedades autoinmunes.
La vitamina D es esencial para la salud ósea y el sistema inmunitario
La vitamina D se recibe esencialmente a través de la exposición a la luz solar, y es clave para mantener una correcta salud ósea y para el funcionamiento del sistema inmunitario. De hecho, los médicos llevan años advirtiendo que una parte importante de la población sufre un déficit de ella. Especialmente, en los países con pocas horas de luz solar o en personas que pasan el día en el interior de los edificios y con luz artificial.
Aún así, y pese a que muchas personas toman suplementos para aumentar los niveles de vitamina D, lo cierto es que hay que tener mucho cuidado al tomarlas. Especialmente, si se toman sin control médico. Según un informe publicado en la OCU, “Una intoxicación de vitamina D puede tener unos síntomas imperceptibles”, y sus efectos pueden ser graves, desde dolor abdominal a vómitos, pasando por estreñimiento, pérdida de peso e incluso cálculos renales o debilidad.
España tiene un déficit de vitamina D. Y la solución está en la alimentación
Aunque pueda parecer mentira por la alta exposición solar que hay en nuestro país a causa de su situación geográfica, lo cierto es que los españoles sufrimos un déficit de vitamina D. Según el estudio Paradoxical suboptimal vitamin D levels in a Mediterranean area: a population-based study, publicado en la revista Nature, el 75% de las personas españolas analizadas mostraban niveles de vitamina D inferiores a países nórdicos con mucho menos sol, como Noruega, Islandia o Suecia. Y ese déficit hace que nuestro cuerpo no pueda absorber el calcio como deberíamos.
Las causas de este hecho, que podría parecer sorprendente a primera vista, apunta a la falta de alimentos ricos en vitamina D en los países en las que domina la dieta mediterránea. Pero además, tenemos la costumbre de pasar tiempo metidos en interiores (sobre todo, en las horas centrales del día en los meses de verano), salir más tarde del trabajo, y usamos protectores solares fuertes para protegernos del sol.
Para compensar ese déficit y evitar la toma de complementos, la alimentación es clave. Según Isabel Campos Del Portillo, especialista del servicio de Nutrición de Quirón Salud, algunos de los alimentos que nos pueden ayudar a mejorar los niveles de vitamina D, son los pescados grasos como el salmón, el atún, la caballa, la sardina, el boquerón o el pez espada. También tienen altos contenidos de vitamina D el bacalao, la dorada, el arenque o la palometa, además de los langostinos y el caviar.
Alimentos como el champiñón, la borraja, o los níscalos, el huevo y lácteos como la leche entera, el yogur entero o los quesos enteros también cuentan con elevados niveles de vitamina D. También puedes meter en la dieta bebidas de soja, avena o almendra o cereales del desayuno para aumentar los niveles de esta vitamina tan necesaria para que nuestros huesos estén saludables.
Fotografías | zinkevych para Freepik
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