Pagar 9 euros por una "cita Tinder": esta app ha encontrado la fórmula mágica para evitar el ghosting

Las gráficas dicen que el uso de Tinder y similares está cayendo en picado entre la generación Z, que las ve como “artificiales” y carentes de conexión real. Incluso un 79% de ellos experimentan "fatiga" debido, en gran parte, a las interacciones superficiales, el ghosting, o los perfiles falsos. Sin embargo, la soledad no deseada sigue siendo un problema social, con las tasas más altas entre los adultos jóvenes (entre 19 y 29 años), según una encuesta. Así que puede que, después de todo, vayamos a seguir necesitando encontrar la forma de que la tecnología nos sirva para encontrarnos en el mundo real. Aquí es donde entra en juego el nuevo enfoque que ha conseguido darle a las apps de citas Breeze.

Cuando hacer ghosting sale caro. Probablemente, nunca hayas oído hablar de esta aplicación neerlandesa porque todavía no está disponible en España, pero los españoles por el mundo que ya la han probado hablan de Breeze con esperanza. Sobre todo porque su modelo está especialmente diseñado para que el usuario se quite de encima los matches con los que nunca llega a interactuar, las conversaciones que no fluyen más allá del "hola" (bueno, las conversaciones directamente) y a la gente que te da largas o plantón. Bueno, realmente, nadie en este mundo está exento de sufrir uno pero la cosa es que,a cuando lo haces a través de esta app, pierdes dinero.

Un algoritmo que no favorece a quien paga. Hasta ahora, las aplicaciones de citas ganaban dinero con suscripciones en las que los usuarios tenían que pagar si querían beneficios a la hora de conseguir más matches. Sin embargo, todo el que alguna vez haya estado en Hinge o en Tinder sabe que lo más común es acabar acumulando matches pero rara vez uno de ellos acaba materializándose en un cita. Sin embargo, Breeze cambia el foco y se lleva la monetización de la actividad a ese punto en el que resto de apps fallan. De este modo, cuando dos personas se gustan mutuamente y quieren quedar han de pagar para que la app les concierte una cita.

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Entre 9 y 4 euros cada cita. La cosa va así: cuando dos personas se dan "me gusta", tienen tres días para pagar 9 euros por una cita en un local (con la primera bebida incluida) o 4 euros para citarse al aire libre para dar una vuelta. En este momento, ambas partes indican su disponibilidad horaria para verse y la aplicación elige la fecha y el lugar (con los que tienen concierto) que les venga bien a ambos. Eso sí, una vez que se paga, ya no hay devoluciones: o te presentas a la cita o habrás pagado por nada. Además, solamente puedes comunicarte con tu cita en un chat que se abrirá dos horas antes de que os veáis en persona por primera vez.

Usuarios más selectivos, menos matches pero más posibilidad de éxito. El hecho de pagar para poder quedar obligaría a los usuarios a ser más selectivos y a apostar por perfiles con los que de verdad crean que pueden tener una conexión real en vez de hacer pesca de arrastre a ver lo que cae. No obstante, en redes la gente muestra ciertos reparos a lo de quedar medio a ciegas con alguien. Sin embargo, aunque dé vértigo, los estudios apuntan a que podría ser la clave para propiciar un encuentro exitoso.

Cambiar bidimensionalidad e idealización por comunicación verbal y reactividad inmediata. Según los estudios realizados al respecto, las relaciones iniciadas cara a cara tienden a tener mayor calidad y autenticidad ya que el interés se basa en la experiencia real, mientras que las digitales suelen generar expectativas idealizadas. Las apps de citas ofrecen una visión bidimensional, idealizada y fácilmente manipulable, mientras que el encuentro presencial permite una percepción auténtica y completa basada en la comunicación no verbal y la reactividad inmediata.

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La app se lo dirá por ti a la persona si no quieres nada más. Además de en las principales ciudades de Países Bajos y Bélgica, Breeze ya se está probando en varios lugares de Inglaterra y Alemania, además de en París y Nueva York. Quienes ya la han probado y han contado sus experiencias públicamente, suelen quedar contentos con la experiencia. No obstante, también recuerdan que al fin y al cabo sigue siendo una app de citas y que mucha gente cancela aún con dinero invertido de por medio. Eso sí, después de la cita, es la propia app la que intermedia a la hora de comunicarle a ambas partes si han hecho "match" en seguir conociéndose. De este modo, los mensajes de rechazo se mandan de forma indirecta a través de un tercero, lo que se lo pone muy fácil a aquellas personas que ya no saben despedirse si no es haciendo ghosting.

Foto de portada | Jorge Gardner