El contenido que difunde una celebridad en redes es analizado con lupa por miles y miles de personas, algo a lo que se exponen por ser un personaje público y que a menudo acarrea consecuencias. Un claro ejemplo de lo que digo es Amelia Bono, quien en la última semana se ha visto envuelta en una polémica que vamos a bautizar como el 'Preservativo Gate'.
Todo comenzó cuando la hija de José Bono compartía un carrusel de imágenes en Instagram de sus vacaciones de ensueño en las Islas Mauricio. Que si playas paradisíacas por aquí, hotel deluxe por allá... Todo muy normal hasta que deslizamos a la última fotografía: una instantánea tomada en el espejo con un objeto no identificado en el suelo.
Y es que un alto porcentaje de los seguidores de la empresaria opina que se trata de un preservativo. Hecho que ella negó desde el minuto uno: "Madre mía, lo que me queda por leer. Nunca dejáis de sorprenderme. En fin. Que tengáis un buen día. Me he dado cuenta de que es mejor no contestar", expresaba en un story.
Con el paso de los días, las especulaciones han aumentado como la espuma y Amelia ha estallado a golpe de comunicado, con el que ha vuelto a desmentir que se vislumbre un preservativo y ha rogado respeto tanto para ella como para los suyos: "Siento mucha impotencia y una rabia tremenda. No puedo entender como se puede hablar tan a la ligera y decir cualquier cosa sin conocimiento de causa. Y sobre todo, sin tener en cuenta la repercusión y cómo puede afectar a 4 niños", empieza así su escrito.

"¿De verdad pensáis que voy a postear o dejar en mi cuenta una foto si eso fuera lo que muchos pensáis? Ya está bien. No tengo que justificar nada, pero por favor. Lo que para muchos puede ser divertido, para una familia puede ser algo que hace mucho daño. Y de hecho, ya lo habéis conseguido", añade Bono señalando que los medios de comunicación deberían "reflexionar sobre vuestra profesionalidad" y avisando de que tomará "medidas legales si hace falta", concluye el comunicado, el cual también ha compartido Manuel Martos, ex de Amelia e hijo del cantante Raphael.

Tengo cristalino que debe de haber sido una semana muy dura para la modelo, pero aquí juega un papel clave cómo ella ha gestionado la situación: Malamente, si me preguntan. Vamos a creerla y pensar que NO es un preservativo, vale, ¿por qué no dices lo que es? O, ¿por qué no tomarse con humor algo que tú sabes que es mentira? Amelia ha hecho todo lo contrario: ir con la escopeta cargada, provocando que sus seguidores se calienten y duden más de lo que esconde su imagen.
Influencers y descuidos que se convierten en noticia: la historia interminable
En lo que concierne a los descuidos, Carla Barber es una experta en la materia. Cómo olvidarnos cuando, sin querer, mostró que tenía agendada a su empleada del hogar como "Filipina Mayet" cuando informaba a sus seguidores de que la última había dimitido para regresar a su país y avisándola con menos de 24 horas de antelación.
Los seguidores de la influencer la acusaron de racista y clasista, y Barber reaccionó, al igual que Bono, MUY enfadada: "Estoy sinceramente hasta los huevos, hasta los mismísimos huevos de que haya gente capaz de criticarlo todo", se justificaba la médica estética dejando claro que "el nombre fue el que me pasaron cuando me mandaron su teléfono hace ya dos años y así se quedó", admitía por entonces.
Fotos | Instagram de @ameliabono
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