Los Labubus se han convertido en un objeto de deseo, tanto, que ha proliferado un mercado informal de reventa en todo el mundo

Un negocio que es una oportunidad única para hacer negocio y para los coleccionistas

Reventa de labubus
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
joel-calata

Joel Calata

Editor

Puede parecer solo un peluche con cara de travieso y sonrisa llena de dientes, pero los Labubu han pasado de ser figuras de diseño para coleccionistas a convertirse en un fenómeno global. Diseñados por el artista hongkonés Kasing Lung en 2015 e impulsados por la marca Pop Mart desde 2019, estos muñecos inspirados en criaturas del folclore nórdico han desatado una verdadera locura.

Su fórmula del éxito: orejas puntiagudas, ojos grandes, caja sorpresa y edición limitada ha llevado a que surja un mercado informal de reventa en todo el mundo. Donde figuras cuyo precio original ronda entre los 22 y 39 dólares pueden alcanzar fácilmente los 200, 500 o incluso más de 10.000 dólares si se trata de una edición especial.

En plataformas como StockX, Poshmark, eBay o Mercado Libre (para el mercado latinoamericano), los precios se multiplican según la rareza, el color y hasta el atuendo del personaje. En México, por ejemplo, las ediciones comunes se revenden entre 600 y 2.800 pesos, mientras que versiones especiales o importadas pueden superar los 15.000.

@solodelujokicksmx

Revendiendo labubus 😎 #fyp #labubus #labubumacarons #solodelujo

♬ Beat - beaty

También han aparecido falsificaciones conocidas como "Lafufu" o "Chafubu", vendidas por precios más accesibles, pero con menor calidad. Estas imitaciones han obligado a los fans a volverse casi expertos en identificar autenticidad: número de dientes, código QR, pintura difuminada o acabados específicos son claves para saber si es original o pirata.

El impacto no se queda solo en el plano comercial. En muchas ciudades ya se organizan ferias, bazares y festivales Labubu donde coleccionistas intercambian piezas, lucen accesorios personalizados y hasta diseñan ropa hecha a medida para sus muñecos, haciendo de esta figura un símbolo de estilo, estatus y comunidad entre los amantes del coleccionismo.

Pero como todo fenómeno global, también ha traído polémicas. Pop Mart ha tenido que suspender ventas en tiendas físicas por temas de seguridad, especialmente en Reino Unido, donde se reportaron altercados entre compradores. Y en el plano financiero, el boom impulsó las acciones de Pop Mart y enriqueció a su fundador, Wang Ning, que sumó más de 1,600 millones de dólares a su fortuna en apenas unos meses y que lo han convertido en uno de los jóvenes más ricos de China.

¿Es rentable revender Labubus?

En declaraciones de la directora de valoraciones de la firma de contabilidad y asesoría Grant Thornton Singapore, Josephine Hong, este mercado de figuras "suele ser un reflejo de la dinámica de la oferta y la demanda. El hecho de que exista un mercado secundario para estos juguetes demuestra que existe escasez y un mercado consolidado, lo que, de hecho, aumenta el valor de estos coleccionables".

Ante este hecho, mucha gente cree que puede beneficiarse del mercado de reventa de Labubus, pero las probabilidades son escasas si se compran cajas sorpresa estándar, ya que las figuras más codiciadas (ediciones especiales o colaboraciones con otras licencias) se revenden más rápido, lo que conlleva una ganancia rápida, pero mantener ese impulso es otra historia.

Ante este hecho, comerciar con juguetes de Pop Mart se vuelve menos una cuestión de estrategia y más de pura suerte. Si la fortuna te acompaña, podrías conseguir una figura secreta que podrías vender por hasta 300 dólares, aunque esa cantidad podría no cubrir el costo de todas las figuras comunes que te quedan, por lo que, técnicamente, no habría ganancia.

Labubu

Debido al auge de la reventa que ha generado caos en las filas de compra de sus tiendas físicas, Pop Mart ha intentado apostar por las medidas a las que se apegan las marcas de lujo: crear escasez con su gama más amplia y cara.

Limitando su tiraje a apenas 50 y 1000 unidades, sus figuras de edición especial son fabricadas con mayor sofisticación, están numeradas y vienen con un certificado de compra, además de otras características de autenticación. Sin embargo, en realidad no se puede predecir qué busca el mercado de coleccionistas ni cuánto están dispuestos a pagar.

Hoy, Labubu es mucho más que un juguete: es un objeto de deseo, una inversión y un símbolo cultural. Y aunque algunos ya hablan de una burbuja especulativa, por ahora, la fiebre sigue encendida… y conseguir uno se ha convertido en una verdadera hazaña e inversión, a tal grado, de que a estas figuras ya se les compara con artículos como el oro o hasta una bolsa Birkin de Hermès.

Fotos de popmart

En Trendencias | Soy una obsesa de los Labubus y te lo garantizo: hay tres trucos fáciles para saber si es una falsificación

En Trendencias | Esta tienda es el paraíso de los Sonny Angels en Madrid: aquí encuentras todas las figuras coleccionables que han triunfado en TikTok

Inicio